sábado, mayo 26

enferma

caí, derrotada, a manera de lágrimas fragmentadas en vidrios rotos.
el vómito de mi vida tiene mal aliento y no se cansa de echar fuego al carbón de mi ansiedad. con todo, odio y temo, y desprecio con más fuerza el frustrante no logro de mi existencia. la vida realmente se resume en una larga lista de por qué's antes de porques...

cuando cuelgo el auricular, del otro lado yace otra persona que no quiso responder, ni a mis llamados clandestinos, ni a mi locura ni a mi desagrado. a ese lo detesto más que a mi alma, torturada por las ratas del asilo encendiado. con olor a culebra crucificada, su cabeza de ajo malsana mi expulsión material y todo sabe a pescado moribundo desde hace ya tres cuartos de siglo. con su baba convoco la salvia de mi pócima.

ahora a mi boca corto con los mismos espejos fragmentados de llanto.

el vómito a causa de la intoxicación con mi propia vivencialidad, así resumo el estado continuo de este ser sin nombre, de este abominable concurso por sobre-vivir.

5 comentarios:

estíbaliz dijo...

eyyy pao, de casualidad la encontré que bien! la seguiré visitando,
acá estoy yo:
www.gato-cheshire.blogspot.com

Anónimo dijo...

qué desagradable

Anónimo dijo...

Alfonsina Storni


Frente al mar


Oh mar, enorme mar, corazón fiero
De ritmo desigual, corazón malo,
Yo soy más blanda que ese pobre palo
Que se pudre en tus ondas prisionero.

Oh mar, dame tu cólera tremenda,
Yo me pasé la vida perdonando,
Porque entendía, mar, yo me fui dando:
«Piedad, piedad para el que más ofenda».

Vulgaridad, vulgaridad me acosa.
Ah, me han comprado la ciudad y el hombre.
Hazme tener tu cólera sin nombre:
Ya me fatiga esta misión de rosa.

¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena,
Me falta el aire y donde falta quedo,
Quisiera no entender, pero no puedo:
Es la vulgaridad que me envenena.

Me empobrecí porque entender abruma,
Me empobrecí porque entender sofoca,
¡Bendecida la fuerza de la roca!
Yo tengo el corazón como la espuma.

Mar, yo soñaba ser como tú eres,
Allá en las tardes que la vida mía
Bajo las horas cálidas se abría...
Ah, yo soñaba ser como tú eres.

Mírame aquí, pequeña, miserable,
Todo dolor me vence, todo sueño;
Mar, dame, dame el inefable empeño
De tornarme soberbia, inalcanzable.

Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza.
¡Aire de mar!... ¡Oh, tempestad! ¡Oh enojo!
Desdichada de mí, soy un abrojo,
Y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.

Y el alma mía es como el mar, es eso,
Ah, la ciudad la pudre y la equivoca;
Pequeña vida que dolor provoca,
¡Que pueda libertarme de su peso!

Vuele mi empeño, mi esperanza vuele...
La vida mía debió ser horrible,
Debió ser una arteria incontenible
Y apenas es cicatriz que siempre duele.

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=ULNfxGdzfB8

Anónimo dijo...

uy que buena.
gracias!