miércoles, abril 25

ay, las palabras

J:
"Aún hoy nos sorprende y nos preguntamos por qué los europeos pudieron caer en la cuenta de tomar la Nada en un sentido nihilista. Para nosotros, el vacío es el nombre eminente para lo que usted quisiera decir con la palabra ser"
"De un diálogo del habla"
Entre un Japonés y un Inquiridor (Heidegger)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hago un reciclaje de lo que ya he estado diciendo en la discusión en torno al nihilismo que tenemos en línea los blogs filosóficos.

‘Nihil. Nota Brevis’

«El nihilismo tiene que ver con la nada, pero no a causa de que su problema sea la nada. El problema del nihilismo es la lógica bivalente, la onto-lógica del ser y el no-ser, que no permite el tertium quid. En tal caso, el problema del nihilismo no es la nada, sino, muy a contrapelo, el algo, el algo entitativo, que se impone como todo baremo de inteligibilidad y que falsifica la nada del ser: no porque el ser sea la nada (en este caso, ya sería algo, la negación, el conjunto vacío, etc.) sino porque, precisamente, no es nada en tanto no es algo.

El problema del nihilismo es la cosa, ni más ni menos. El cyborg sería, tanto para Nietzsche como para Heidegger, la culminación de la maquinación humana, la cosificación más consecuente del nihilismo, el testimonio más expedito del olvido del ser».

Alguien (Cosmodelia) me espetó:

«El cyborg no sólo no supone el olvido del ser sino la expansión de las posibilidades de ser, y en un futuro la posibilidad de seguir siendo. Muerto tu cuerpo perecedero si que serás NADA».

Y otro (David Carril), esto:

«Estoy mas o menos de acuerdo con esa interpretacion. Pero creo que no hay que olvidar que es precisamente la interpretacion que sobre la metafisica( y como consecuencia de ello, del nihilismo)ha hecho Heidegger. Que son bienvenidas todas estas interpretaciones, pero yo prefiero ser precavido. A fin de cuentas, toda concepcion del ser, incluida la de Heidegger, incluye de algun modo la nada. Por tanto ni la metafisica, en cuanto rigor del ente, ni el nihilismo, en cuanto festividad de la nada, consiguen ambos diluir o eliminar la propia nada. Sin embargo eso no quiere decir, creo yo, que la nada no tenga que ver con el nihilismo; lo que yo creo es que la nada es aquel efecto que se produce cuando cae la edificación metafisica; en ese sentido, la metafisica es nihilista, pero no creo q ue lo sea durante el espacio de tiempo en que ella domina. Identificando el nihilismo con la celebración del ente, se permite el paso para desidentificar la nada con la nada, el nihilismo con la nada; ahora es el algo el problema. Bueno, de acuerdo; por que entonces deberia haber un problema con la nada que produce el ente, dado que aceptamos ya en principio el caracter de naderia de todo ser?».

Y yo contesté lo que sigue:

«Cosmodelia: la visión, la esperanza algo cientificista, de que el cyborg constituye una superación del ser humano, es una convicción transhumanista. Pero desde el punto de vista del nihilismo, no hay superación. O podría decirse, hay un relevo (Aufhebung), pero ello implica la compleción de la metafísica de la maquinación, esencialmente nihilista, en que el ser humano se convierte, por fin, en cosa. Eso está anunciado desde el olvido del ser.

David: la nada ha reinado mientras ha durado el reino de la metafísica. Reino que, por cierto, no ha acabado. Nosotros vivimos plenamente en el dominio de la metafísica, por más que tengamos computadoras y robots, o precisamente por ello. La muerte de Dios es el reconocimiento de la imposibilidad de los valores absolutos, pero tiene que ver muy poco con ateísmo. No es que como ya no creemos en Dios, entonces somos nihilistas. No hay nadie más nihilista que el Papa en estos momentos, ni institución más nihilista que la iglesia, por más que prediquen cielos futuros y hablen de ángeles preciosos.

La nada, que decimos, nada del ser, no es nada negativa. Es afirmativa, aunque no se puede decir que sea 'positiva' en el sentido de la positividad de lo dado. Es afirmación del ser y de la vida. El nihilismo niega la vida, pero lo niega con un 'sí', pero con un sí negativo, aunque tenga las ínfulas del cielo de los santos, o de la maravillosa democracia, o de la ciencia mirífica.

La nada del ser, no es el descubrimiento ni la interpretación de Heidegger. Es cierto, que Nietzsche y Heidegger son los pensadores claves de nuestro tiempo (por ello son continuamente falsificados y escamoteados). Pero la tensión de la diferencia no es una invención postmoderna, sino una necesidad interior a toda dicotomía del binarismo metafísico».

Espero que sea aclaratorio.

Anónimo dijo...

O sea, a lo que el japonés dice, Heidegger podría replicarle sin más: «exacto, el ser es nada, 'nothing' en cuanto 'no-thing'».